¿Qué es la Reorganización Empresarial?
La reorganización empresarial es un proceso legal y financiero que permite a una compañía modificar su estructura de deudas, operaciones o capital con el fin de recuperar su estabilidad económica. En Chile, este procedimiento está regulado por la Ley N.º 20.720 e incluye mecanismos de reorganización financiera, judicial o simplificada, dependiendo de la situación de cada empresa.
Tipos de Reorganización en Chile
El procedimiento de reorganización empresarial bajo la Ley N.º 20.720 contempla distintas modalidades, adaptadas a la realidad de la empresa deudora, su tamaño, su grado de insolvencia y la relación con sus acreedores. A continuación se detallan las principales modalidades:
1. Reorganización Judicial
En este tipo, la empresa deudora presenta una solicitud ante el tribunal competente, inicia un procedimiento concursal que es supervisado por un veedor, y sus acreedores deben aprobar un Acuerdo de Reorganización Judicial (ARJ) conforme a los requisitos establecidos en la ley.
Características principales:
- La empresa deudora aún es viable operativamente, pero se encuentra en una situación de insolvencia o riesgo de ella.
- El ARJ propone una reestructuración de pasivos y activos: puede involucrar repactación de deudas, condonaciones parciales, venta de activos prescindibles, cambios en la administración, entre otros.
- Los acreedores votan: debe alcanzarse una mayoría cualificada para que la propuesta se apruebe.
- Durante el proceso, se activa la “protección financiera concursal” que limita las acciones de los acreedores frente a la empresa deudora, para facilitar la negociación.
En caso de cumplimiento del acuerdo, la empresa continúa operando; si no, puede derivar en la liquidación concursal.
2. Reorganización Extrajudicial o Simplificada
La ley denomina “Acuerdo de Reorganización Extrajudicial o Simplificado” a la modalidad más ágil del procedimiento de reorganización.
Detalles a incluir:
- Está pensada especialmente para micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes), que requieren un mecanismo de reorganización menos complejo, con menos formalidades y costos más reducidos.
- Aunque extrajudicial, el acuerdo debe posteriormente someterse a aprobación judicial conforme al título que corresponda.
- Permite reestructurar deuda y activos de forma más rápida, con plazos y trámites adaptados al tamaño de la empresa.
- Ventaja significativa para MiPymes: menor impacto en tiempo y costo, mayor flexibilidad.
- No todas las empresas pueden acogerse a esta modalidad: deben cumplir ciertos criterios legales, de viabilidad y estructuración.
3. Reorganización Financiera (o Reestructuración de Pasivos)
Aunque la ley no la define como un “tipo” separado con etiqueta diferenciada, en la práctica muchas reestructuraciones tienen un carácter predominantemente financiero: se centran en renegociar deudas, alargar plazos, condonar intereses o principal, sin que la empresa pierda su operación normal.
Aspectos relevantes:
- Está orientada a empresas viables que tienen un flujo de ingresos, pero que necesitan ajustar sus obligaciones para que dichos flujos puedan cubrir los nuevos términos pactados.
- Puede formar parte tanto de un acuerdo judicial como extrajudicial.
- No garantiza automáticamente la continuidad a largo plazo: el éxito dependerá del ajuste real de los flujos de operaciones, la supervisión del veedor o el tribunal, y del compromiso de los acreedores.
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Diferencia entre Reorganización y Liquidación
Mientras que la Reorganización empresarial busca salvar a la empresa mediante un acuerdo con sus acreedores, la Liquidación voluntaria de empresas implica el cierre definitivo de la compañía, la venta de sus activos y la distribución del dinero recaudado entre los acreedores. La reorganización es una alternativa para empresas viables; la liquidación, en cambio, es el último recurso cuando no hay posibilidad de continuar.
¿Cuándo es recomendable optar por la Reorganización?
La reorganización es recomendable cuando la empresa atraviesa una crisis financiera, pero aún mantiene una operación activa y capacidad de generar ingresos. Es útil si se prevé que, tras una reestructuración de pasivos, puede recuperar su estabilidad económica.
Para iniciar una solicitud de reorganización empresarial, la empresa debe contar con asesoría legal y financiera especializada. Un abogado experto en reorganización de sociedades puede evaluar la viabilidad del procedimiento y preparar la documentación exigida por la ley, evitando errores que podrían derivar en una liquidación judicial.
¿Quiénes pueden acceder a este procedimiento y que se considera una empresa deudora?
Pueden acceder al procedimiento de reorganización todas las empresas constituidas legalmente en Chile que se encuentren en una situación de insolvencia, pero que aún sean capaces de generar ingresos y mantenerse operativas. Esto incluye sociedades anónimas, sociedades por acciones, sociedades de responsabilidad limitada, entre otras.
Una empresa deudora es aquella que ha contraído obligaciones financieras y no puede cumplir con ellas en los plazos pactados. Esto puede deberse a una caída en las ventas, sobreendeudamiento, pérdidas operacionales o factores externos como crisis económicas. Para acceder al proceso de reorganización, debe demostrarse esta situación mediante estados financieros y otra documentación legal exigida por la ley.
Casos comunes en los que aplica la reorganización
Algunos de los escenarios en que una empresa puede optar por reorganizarse son:
- Disminución abrupta en sus ingresos.
- Incapacidad de pagar créditos o préstamos en curso.
- Acumulación de deudas con proveedores y trabajadores.
- Procesos judiciales por incumplimiento de pagos.
- Riesgo de embargos o pérdida de activos claves.
En estos casos, la reorganización permite evitar la liquidación y mantener en funcionamiento la empresa mientras se negocia una salida viable con los acreedores.
Reestructuración y alternativas a la reorganización
En algunos casos, la reorganización no es suficiente para superar una crisis financiera. En estas situaciones, se puede recurrir a una reestructuración empresarial, que abarca medidas internas como ajustes de personal, reducción de costos o cambios estratégicos en la gestión. Ambas opciones —reorganización y reestructuración— buscan proteger el negocio y preservar el valor de la empresa frente a sus acreedores.
Ventajas y desventajas de reorganizar una empresa en lugar de liquidarla
La reorganización empresarial puede ser una herramienta valiosa para evitar la quiebra total de una empresa. Sin embargo, también tiene limitaciones que deben ser consideradas:
| Ítem | Ventaja | Desventaja |
|---|---|---|
| Protección del patrimonio | Durante el proceso de reorganización, la empresa obtiene una protección financiera concursal, lo que impide que los acreedores ejecuten embargos, remates u otras acciones judiciales. Esto da un margen de maniobra importante para reestructurar pasivos y mantener el control sobre los activos. | Aunque hay protección temporal, los acreedores mantienen sus derechos y pueden oponerse al plan, lo que podría complicar la continuidad del negocio si no se logra un acuerdo. |
| Continuidad operativa | La empresa sigue funcionando normalmente durante el procedimiento, lo que permite conservar empleos, mantener relaciones comerciales y seguir generando ingresos. Esto facilita una recuperación más rápida una vez superada la crisis. | Durante el proceso, la empresa está sujeta a la supervisión de un veedor y del tribunal, lo que implica limitaciones en ciertas decisiones administrativas y operativas |
| Renegociación con acreedores | Permite renegociar plazos, condonaciones parciales o reestructuraciones del pago de las deudas bajo supervisión judicial, lo que puede traducirse en condiciones más sostenibles para la empresa. | Si no se obtiene el acuerdo de una mayoría de los acreedores, el procedimiento podría fracasar y terminar en una Liquidación Refleja. |
Requisitos para iniciar el procedimiento de reorganización
Para acceder al procedimiento concursal de reorganización, la empresa debe cumplir con una serie de requisitos establecidos por la Ley N.º 20.720, que regula los procesos de insolvencia en Chile. Estos requisitos garantizan que el proceso se inicie de forma legal y transparente.
La empresa debe presentar ante el tribunal civil competente los siguientes documentos:
Solicitud formal de reorganización, firmada por el representante legal.
Balance general y estado de resultados del último ejercicio económico.
Nómina completa de acreedores, con detalle de montos adeudados y tipo de crédito (bancos, proveedores, etc.).
Inventario de bienes propios y de propiedad de un tercero que están en su poder.
Toda esta documentación debe ser respaldada por un contador o auditor certificado.
¿Qué pasa si el acuerdo no se aprueba o no se cumple?
El acuerdo de reorganización es el eje central del procedimiento concursal. Si este no se aprueba por los acreedores o, una vez aprobado, no se cumple por parte de la empresa, el proceso puede cambiar de rumbo significativamente.
Si no se logra aprobar el acuerdo de reorganización, o si la empresa no cumple con sus términos en el plazo estipulado, el procedimiento puede considerarse fracasado. En este escenario, el tribunal puede declarar la liquidación refleja (quiebra)de la empresa, lo que implica el remate de sus bienes para pagar a los acreedores
¿Puede derivar en liquidación?
Sí. La ley establece que, en caso de incumplimiento o rechazo del acuerdo, la empresa entra automáticamente en proceso de liquidación concursal, salvo que exista una solicitud válida para evitarlo. Esto marca el fin de la reorganización y da inicio a la disolución ordenada de la empresa, con pérdida del control por parte de sus administradores y nombramiento de un liquidador.
Por eso, es fundamental contar con el acompañamiento de expertos en reorganización empresarial, que aseguren el cumplimiento legal de cada etapa y la viabilidad del acuerdo propuesto.
¿Cuánto dura el proceso de reorganización en promedio?
El procedimiento concursal de reorganización de empresas deudoras en Chile tiene una duración variable según la complejidad del caso, la cantidad de acreedores involucrados y la disposición de las partes a alcanzar un acuerdo. Sin embargo, en términos generales, el proceso puede tardar entre 3 y 6 meses desde su inicio hasta la aprobación o rechazo del acuerdo.
Este plazo considera las siguientes etapas:
- Preparación y presentación de antecedentes ante el tribunal.
- Revisión y admisión de la solicitud.
- Resolución de reorganización y otorgamiento de protección financiera.
- Convocatoria y celebración de las audiencias requeridas.
- Votación y eventual aprobación del acuerdo.
En casos más simples y con buena disposición de los acreedores, es posible lograr una reorganización en menos tiempo. Por el contrario, si se presentan objeciones o controversias complejas, el procedimiento puede extenderse más allá del plazo promedio.
Es importante destacar que, una vez iniciado el proceso, la empresa cuenta con protección financiera concursal, lo que le permite operar sin la presión inmediata de embargos o demandas de cobro por parte de sus acreedores, favoreciendo un ambiente más propicio para negociar.
¿Qué autoridad supervisa el procedimiento?
La SUPERIR es el organismo público encargado de velar por el correcto funcionamiento de los procedimientos concursales, incluyendo la reorganización. Su rol consiste en:
- Supervisar a los veedores y liquidadores que participan en los procedimientos.
- Entregar orientación a las empresas deudoras sobre sus derechos y deberes.
- Monitorear el cumplimiento de los plazos y las etapas del proceso.
- Mantener registros públicos actualizados sobre los procedimientos en curso.
Además, la SUPERIR actúa como canal de información para los interesados, brindando recursos y guías para facilitar el entendimiento del proceso.
Tribunal competente
El procedimiento concursal de reorganización debe ser presentado ante el Tribunal Civil del domicilio del deudor, que es el encargado de:
- Admitir la solicitud y dictar la resolución de reorganización.
- Designar al veedor responsable de fiscalizar el proceso.
- Convocar y dirigir las audiencias requeridas.
Es fundamental contar con una correcta asesoría legal para presentar la solicitud ante el tribunal competente y cumplir con los requisitos exigidos por la ley.
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