¿Qué significa la tercería de posesión?
La tercería de posesión es una figura legal que le da la oportunidad a una persona, que no está involucrada directamente en un juicio, de proteger bienes que son de su propiedad o que tiene bajo su posesión, cuando estos han sido embargados por una deuda ajena. El propósito central es evitar que los bienes de alguien más, que nada tiene que ver con la deuda, terminen siendo confundidos con los del deudor y acaben afectados por el proceso de embargo. Así, el tercero tiene la posibilidad de demostrar que esos objetos embargados realmente le pertenecen o están bajo su control, y por eso no deberían formar parte del embargo.
La tercería de posesión está regulada principalmente en el Código de Procedimiento Civil, específicamente desde el artículo 518 en adelante. Este mecanismo es clave porque protege los derechos de personas que, sin deber nada, pueden verse en la difícil situación de perder sus bienes por un embargo ajeno. Por ejemplo, imagina que en una casa familiar se embargan bienes que son de un hijo mayor de edad o de un arrendatario; en ese caso, ellos pueden presentar una tercería para no perder sus pertenencias.
Diferencia entre tercería de posesión y tercería de dominio
Existen dos tipos principales de tercerías: la de posesión y la de dominio. La gran diferencia está en el tipo de derecho que se reclama.
| Característica | Tercería de posesión | Tercería de dominio |
|---|---|---|
| Derecho que se reclama | Posesión material (uso y control, no necesariamente dueño legal) | Propiedad legal (titular inscrito o dueño formal) |
| Prueba requerida | Demostrar uso y control sobre el bien | Acreditar la propiedad legal (factura, inscripción, etc.) |
| Ejemplo práctico | Trabajadora doméstica con televisor sin factura a su nombre | Trabajadora doméstica con factura que acredita la propiedad |
| Objetivo | Evitar que el bien sea ejecutado por deuda ajena si no es el dueño formal | Evitar que el bien sea ejecutado por deuda ajena siendo dueño legal |
En ambos escenarios, lo que se busca es que el bien no sea ejecutado por una deuda ajena, aunque el camino legal y las pruebas que se exigen no son las mismas.
¿Cuándo se puede presentar una tercería de posesión?
La tercería de posesión se puede presentar en cualquier momento del proceso de embargo, siempre y cuando el tercero logre acreditar que los bienes embargados no son del deudor, sino que están bajo su posesión legítima. Es muy común que esto ocurra cuando se embargan bienes en el domicilio del deudor y hay objetos que pertenecen a familiares, arrendatarios, empleados domésticos u otras personas que convivan allí. También suele presentarse en situaciones donde varias personas comparten un espacio y existen bienes de uso exclusivo o personal.
Para que la tercería prospere, es fundamental que el tercero actúe de manera rápida y pueda aportar pruebas claras de que realmente posee los bienes. Lo ideal es no esperar a que los bienes sean rematados o adjudicados a algún acreedor. En la práctica, muchas personas pierden sus pertenencias por desconocer este recurso, así que estar bien informado y buscar asesoría a tiempo puede marcar la diferencia. Además, este tipo de tercerías son especialmente útiles en lugares donde hay bienes de uso común o compartido, como residencias estudiantiles, casas familiares o departamentos arrendados.

¿Cuál es el procedimiento para presentar una tercería de posesión?
El procedimiento en Chile arranca con la presentación de una demanda ante el mismo tribunal que ordenó el embargo. El tercero debe identificar con claridad los bienes sobre los que reclama la posesión y adjuntar pruebas que respalden su dicho, tales como:
- Boletas
- Facturas
- Declaraciones juradas de testigos
- Fotografías
- Otros documentos
Una vez presentada la demanda, el tribunal evaluará si la admite y, si es el caso, puede suspender el remate o la ejecución sobre esos bienes hasta que se resuelva la tercería.
Es clave contar con asesoría legal especializada para no cometer errores en los requisitos procesales. Por eso, buscar abogados con experiencia en embargos y tercerías puede ser determinante. Y si no se cuenta con recursos para un abogado privado, en Chile existen servicios de asistencia jurídica gratuita que pueden orientar y acompañar durante el proceso.
El trámite normalmente implica notificar a todas las partes involucradas (deudor y acreedor) y la presentación de pruebas en una audiencia. El tribunal analizará la veracidad y la suficiencia de los documentos y, si lo considera necesario, puede pedir información adicional o testimonios.
Errores comunes que pueden dificultar el éxito de la acción:
- No identificar bien los bienes
- No presentar pruebas sólidas
- Presentar la demanda fuera de plazo
Preparar la documentación con cuidado y buscar el apoyo de profesionales es una jugada inteligente.
¿Qué derechos y protección tiene el poseedor frente al embargo?
El poseedor legítimo de bienes embargados tiene el derecho de proteger sus pertenencias y evitar que las rematen o entreguen a un acreedor por una deuda que no le corresponde. La ley chilena, a través del Código de Procedimiento Civil, le da la posibilidad a cualquier tercero de reclamar la posesión y pedir que esos bienes sean excluidos del proceso de ejecución. Apenas el tribunal admite la tercería, puede suspender el remate de los bienes impugnados y garantizar los derechos del poseedor mientras se resuelve el fondo del asunto.
La protección legal también incluye la opción de solicitar medidas precautorias, como la prohibición de vender o transferir los bienes mientras se decide la tercería, lo que evita un daño irreparable para el tercero. Además, el poseedor tiene derecho a ser escuchado en el proceso y a presentar todas las pruebas que considere necesarias.
Bienes que pueden quedar protegidos
Quedan protegidos aquellos bienes que el tercero logre demostrar que están bajo su posesión legítima y que no hacen parte del patrimonio del deudor. Por ejemplo:
- Electrodomésticos
- Muebles
- Herramientas de trabajo
- Vehículos
Siempre que haya evidencia que respalde esa posesión. Es clave que el poseedor cuente con documentos que permitan identificar los bienes y mostrar que los usa de manera exclusiva. Cuando se trata de bienes compartidos, el tribunal revisa cada caso para decidir si corresponde o no la exclusión del bien.

¿Qué ocurre mientras se resuelve la tercería?
Mientras el tribunal decide sobre la tercería de posesión, puede tomar medidas precautorias para asegurarse de que los bienes no sean vendidos ni entregados a terceros. En otras palabras, el proceso de remate o adjudicación queda suspendido respecto a los bienes reclamados, hasta que haya una decisión definitiva. Esto protege al poseedor y evita que pierda el bien sin motivo. Si la tercería no es aceptada, los bienes pueden volver al proceso de embargo; si es acogida, serán excluidos y devueltos al tercero.
Durante este periodo, es fundamental que el poseedor esté muy pendiente de las notificaciones y de cualquier requerimiento del tribunal, ya que cualquier descuido puede afectar el resultado final. Además, la rapidez en la presentación de la tercería puede ser determinante para no perder los bienes, porque una vez rematados, recuperarlos se vuelve mucho más complicado.
¿Cuáles son los posibles resultados de una tercería de posesión?
Una vez el tribunal analiza las pruebas presentadas por el tercero y las partes involucradas, puede decidir acoger o rechazar la tercería de posesión:
- Si la acoge, los bienes reclamados son excluidos del embargo y no podrán ser rematados ni adjudicados para pagar la deuda.
- Si la rechaza, los bienes seguirán embargados y podrán ser subastados.
- El tribunal puede acoger parcialmente la demanda, excluyendo solo algunos de los bienes reclamados, según la evidencia presentada.
Por eso, es fundamental que el tercero actúe a tiempo y documente bien la posesión para aumentar las posibilidades de éxito.
En la práctica, la resolución del tribunal depende mucho de la calidad de las pruebas y de la argumentación presentada. Si la tercería es acogida, el tercero recupera sus bienes y queda protegido frente a futuras ejecuciones sobre esos mismos objetos. Si es rechazada, existe la opción de apelar ante instancias superiores, como la Corte de Apelaciones o incluso la Corte Suprema, aunque esto puede implicar más tiempo y costos. En el caso de empresas, el respaldo de especialistas en Abogados Liquidación empresas o Abogados reorganización de empresas puede ser clave para proteger activos importantes y evitar consecuencias graves, especialmente en procesos de insolvencia o reorganización empresarial en Chile.


