¿Qué es un liquidador y cuál es su función principal?
El liquidador es ese profesional que asume la tarea de llevar adelante todo el proceso de liquidación cuando una empresa o una persona natural se encuentra en insolvencia. En pocas palabras, su función principal es administrar y disponer de los bienes del deudor, buscando que los acreedores reciban el pago que les corresponde, siempre siguiendo la normativa vigente. Este liquidador es una figura neutral, designada por la autoridad judicial, y tiene la responsabilidad de ejecutar cada paso necesario para concluir la liquidación de forma transparente y conforme a la ley, todo bajo la lupa de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento y los Tribunales de Justicia.
El papel del liquidador resulta fundamental para garantizar que el proceso respete los derechos tanto de los acreedores como del deudor, evitando cualquier posible conflicto de interés. El liquidador debe asegurar el cumplimiento estricto de la Ley N° 20.720 sobre Insolvencia y Reemprendimiento, que regula estos procedimientos en Chile.
En este contexto, es recomendable contar con el respaldo de Abogados Liquidación empresas para recibir asesoría especializada desde el inicio del proceso.
Diferencia entre liquidador y administrador concursal
Mientras que el liquidador se enfoca en vender activos y pagar a los acreedores en situaciones donde la empresa o el patrimonio deben cerrarse definitivamente, el administrador concursal apunta a la conservación y reorganización de la empresa, buscando que siga operando. El administrador concursal entra en acción durante procesos de reorganización, pero el liquidador lo hace en procedimientos de liquidación, todo bajo la Ley N° 20.720 sobre Insolvencia y Reemprendimiento en Chile.
Durante una reorganización, el administrador concursal puede proponer alternativas para reestructurar deudas, negociar plazos y buscar la continuidad del negocio. Por el contrario, el liquidador actúa cuando ya no hay vuelta atrás y toca cerrar operaciones, destinando lo obtenido por la venta de activos al pago de las obligaciones pendientes.
Tipos de liquidadores según el ámbito de actuación
Los liquidadores se pueden clasificar según el tipo de procedimiento en el que intervienen:
- Liquidadores concursales: Encargados de la liquidación tanto de empresas como de personas naturales deudoras bajo la Ley N° 20.720.
- Liquidadores para procesos específicos: Designados para patrimonios particulares o activos sujetos a partición, aunque la mayoría de los casos corresponden a liquidadores concursales inscritos en la nómina oficial, bajo la supervisión de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento.
Dentro de los liquidadores concursales, existen:
- Liquidadores en liquidaciones voluntarias, iniciadas por el propio deudor.
- Liquidadores en liquidaciones forzosas, promovidas por los acreedores.
En ambos escenarios, la autoridad judicial y la Superintendencia eligen y supervisan al liquidador, garantizando que el proceso sea legal y adecuado. En casos puntuales como liquidaciones de patrimonios familiares o herencias, pueden designarse liquidadores con funciones limitadas a ese ámbito, siempre bajo la normativa vigente.

Funciones y responsabilidades de un liquidador
La responsabilidad principal del liquidador es sacar adelante el proceso de liquidación de empresas o personas naturales en insolvencia. Esto implica:
- Identificar, custodiar y administrar los activos del deudor.
- Realizar tasaciones.
- Proceder a la venta ordenada de los bienes, ya sea por remate público o adjudicación privada, según lo que decida la autoridad judicial.
- El liquidador debe velar porque todo se realice conforme a la ley y, ante todo, priorizando el interés de los acreedores.
- Gestión y distribución eficiente de los activos liquidados para maximizar el valor recuperado
Por ejemplo, en una empresa en Valparaíso que no puede responder por sus deudas, el liquidador debe elaborar un inventario detallado de activos como maquinaria, vehículos, inmuebles y cuentas bancarias. Luego, esos activos se venden buscando las mejores condiciones posibles para lograr el mayor valor de recuperación, siempre bajo los principios de transparencia y equidad.
Además de los informes regulares, el liquidador debe responder a observaciones o requerimientos de los acreedores y de la autoridad, lo que refuerza la transparencia de su labor. Si se detectan irregularidades, la Superintendencia puede iniciar investigaciones administrativas y, si es necesario, solicitar la remoción del liquidador o aplicar sanciones.
Requisitos para ser liquidador en Chile
Para ser liquidador en Chile es obligatorio estar inscrito en la nómina oficial de liquidadores concursales, la cual es administrada por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. Para lograr esta inscripción hay que cumplir con requisitos formales, como:
- Demostrar idoneidad profesional.
- No estar inhabilitado para ejercer cargos públicos.
- Aprobar exámenes o procesos de evaluación específicos.
- Presentar antecedentes académicos y experiencia profesional
- Superar pruebas de conocimiento en derecho concursal y gestión de insolvencias.
El listado de liquidadores es público y cualquier persona interesada puede consultarlo en la plataforma oficial del organismo.
Habilidades y competencias necesarias
Un liquidador debe tener conocimientos sólidos en derecho concursal, contabilidad, administración y gestión de activos. Además, se requiere habilidad para negociar, manejar conflictos y tomar decisiones en escenarios complejos. La integridad profesional, la transparencia en la gestión y la capacidad de rendir cuentas ante autoridades y partes involucradas son aspectos fundamentales.
Proceso de liquidación dirigido por un liquidador
El proceso de liquidación arranca con la declaración de insolvencia y la designación judicial de un liquidador que esté inscrito en la nómina oficial. Al asumir, el liquidador:
- Toma posesión de los bienes.
- Elabora un inventario.
- Identifica a los acreedores.
- Convoca a reuniones para informar sobre el estado del patrimonio.
- Vende los activos y gestiona el pago a los acreedores siguiendo el orden legal.
- Mantiene informados a los interesados y presenta informes a las autoridades competentes.
El proceso culmina con la distribución final de los fondos y el cierre formal del trámite ante la autoridad judicial.

Remuneración y regulaciones aplicables a los liquidadores
- Los honorarios se calculan según el valor de los activos gestionados y la complejidad del procedimiento, tal como lo exige la Ley N° 20.720 y las instrucciones de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento. El pago de honorarios debe ser aprobado por el juez y depende de los fondos que se logren recaudar con la liquidación de los bienes.
- La labor del liquidador está bajo la fiscalización constante de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento y los Tribunales de Justicia. Se exige la presentación de informes periódicos y la justificación de cada decisión importante. Este control busca prevenir irregularidades, proteger los intereses de los acreedores y garantizar que todo el proceso sea legal.
- En caso de faltas graves, la Superintendencia puede imponer sanciones administrativas, suspender al liquidador o, incluso, excluirlo de la nómina oficial. Los acreedores también tienen la posibilidad de solicitar la revisión de la gestión del liquidador si sienten que sus intereses no han sido bien resguardados, lo que suma un nivel extra de control y transparencia al sistema.
Beneficios de acudir a un abogado especializado en derecho concursal
Contar con el respaldo de abogados especializados en derecho concursal es fundamental para quienes enfrentan un proceso de liquidación. Estos profesionales orientan sobre los derechos y obligaciones de todas las partes, ayudan a definir la mejor estrategia de defensa o liquidación y se aseguran de que se cumpla la normativa vigente. Si quieres profundizar más, puedes consultar recursos como Abogados Liquidación empresas o Abogados reorganización de empresas para recibir asesoría en procedimientos específicos de liquidación voluntaria o reorganización empresarial en Chile.


